Por Kattia Barrientos del Laboratorio de crítica y periodismo cinematográfico CRFIC16

El programa de formación del CRFIC16 invitó al experimentado crítico de cine y periodista cubano Joel del Río, a impartir el Laboratorio de crítica y periodismo cinematográfico. Del Río posee una trayectoria de más de 20 años, con experiencia múltiple como docente universitario, y tutor e invitado en prestigiosos festivales internacionales.

Para del Río, la aceptación a participar en este Festival, no es sólo motivo de trabajo, sino una invitación para encontrarse por primera vez cara a cara con un país que, como muchos latinoamericanos, “percibía como norteamericanizado, sin cultura propia, a pesar de siempre tener las mejores relaciones con los ticos y relaciones afectivas con este país”.

Entonces, ¿cuál era su conocimiento de los esfuerzos previos a este Festival en materia de formación y evolución desde la “Muestra de Cine y Video”?

Yo no tenía ni la menor idea de que en Costa Rica existía este Festival. Como les contaba en el aula, parece que Costa Rica está en un momento muy curioso, muy singular, donde están ocurriendo una serie de eventos y gestos culturales de los cuales el Festival es otro síntoma. Todo eso resulta muy provechoso para acabar con la imagen que se tiene fuera de Costa Rica sobre un país sin interés cultural idiosincrático. Me parecen esquemas reductivos que estoy dispuesto a abandonar, porque he visto que se están dando pasos en otras direcciones.

¿Cómo nacen los contenidos del laboratorio?

Raciel del Toro (coordinador de Formación del CRFIC) me mandó la solicitud de un programa. Yo se lo envié y luego se hicieron adaptaciones, sustracciones y adiciones, pero como existe la mayor confianza, no sólo de persona a persona, sino también en términos intelectuales, yo le di la libertad, porque él es el que está aquí, el que conoce a los estudiantes y el que sabe qué tipo de taller era el que quería se diera. Así entre los dos llegamos a eso que tenemos.

¿Para usted cuál es el objetivo de enseñanza más importante de este taller?

Que los estudiantes comprendan la importancia cultural de la crítica, y no sólo de la cinematográfica, sino de la crítica como ingrediente de la civilización de toda sociedad que pretenda progresar. No hay posibilidad de evolución sin crítica, y todos tenemos la posibilidad de criticar, pues todos tenemos oportunidad de opinar, pero es importante que los estudiantes aprendan cómo esa crítica se puede encausar de una manera responsable, profesional, intelectual y ética sobre todo.

Con esos antecedentes que mencionó anteriormente sobre su percepción de Costa Rica ¿le parece que este laboratorio viene a ser un esfuerzo nuevo o que nuestra crítica ya va encauzada a ese objetivo?

De la crítica que existe en Costa Rica conozco poco, pero me llamó la atención ayer que en el Cine Magaly no hay un solo afiche de una película que no sea norteamericana (de ahora en adelante entiéndase como de Estados Unidos) y si es así, me imagino que la crítica que existe hablará solo de las películas norteamericanas, y eso es perderse, porque el mundo no puede ser de un solo color, no puede hablar en un solo idioma y uno no puede ver solo películas de un país; eso es simplemente inadmisible. Por eso, otro propósito de estos talleres -tal vez el mayor propósito-, es crearles esa inquietud intelectual a los estudiantes de que existe algo que está más allá, existe otra manera en que el cine sea entendido, valorado y disfrutado, que no excluye al norteamericano, pero que necesariamente tiene otros paradigmas, otras maneras de expresarse y llegar al espectador.

El taller se suma a los otros varios esfuerzos que, como te dije, veo están ocurriendo. El taller dentro del Festival, el Festival dentro de la cultura costarricense, es todo un sistema que al parecer está caminando hacia el propósito mayor de que este país disponga de una buena vez de una expresión audiovisual coherente y propia.

Del CRFIC constantemente se menciona que es un Festival en construcción y exploración. ¿Qué le parece la etiqueta de este año, “salvaje”, para un festival aun en búsqueda de identidad?

A mí no me gusta, pero es un criterio personal. Oí la explicación del director artístico de cómo se utiliza salvaje en términos de indomable, pero no me parece. Me parece que lo primero que habría que conseguir es un cine, y después ver si es salvaje o no, pero es muy pronto para ponerle adjetivos tan arriesgados, me parece a mí.

Por último, y en relación con eso de primero conseguir un cine, ¿qué le parece la selección de películas para este Festival?

Excelente, por lo menos las de (la categoría) Panorama, que son las que más conozco porque las he visto ya en otros festivales. Es una selección escrupulosa, preciosista, muy buena para darle idea a todo espectador que quiera enterarse del enorme nivel de calidad que existe incluso dentro del cine norteamericano que no se conoce.

Está la intención de mostrar y está muy bien materializada. Hay películas de muchos países y dentro de esos países tampoco se está mostrando la diversidad por la diversidad. En fin, que hay una selección muy escrupulosa por parte de personas que se ven muy conocedoras y que están al tanto de todo lo que se está discutiendo en muchos otros lugares, para tratar de traer esas discusiones sobre un cine comprometido con la realidad, con la belleza y con todas las cosas que debe estar comprometido el cine entendido en un sentido artístico.